La superficie limpiada equivale a más de 70 campos de fútbol y en esta tarea participaron numerosos operarios de limpieza, ayudados por vehículos "quitapintadas", capaces de proyectar chorros de agua a elevada presión.

Los equipos antipintadas, según el ayuntamiento, tuvieron especial trabajo en el distrito Centro, donde durante 1999 se eliminaron 128.000 metros cuadrados de pintadas, carteles y pegatinas. Las autoridades municipales destacaron que este distrito es donde esta forma de vandalismo se produce con mayor asiduidad, en especial en el barrio de Malasaña y en lugares como la Plaza del Dos de Mayo.

Según el concejal de Servicios de Limpieza Urbana y Desarrollo Medioambiental, Alberto López Viejo, esta operación ha supuesto "un esfuerzo sin precedentes" y "un ejemplo de responsabilidad institucional desconocido" en otras ciudades.

El concejal también anunció que en el año 2000 se invertián más de 800 millones de pesetas para solucionar el problema de las pintadas y la pegada de carteles.