MADRID. EL MARAÑON INJERTA POR PRIMERA VEZ CELULAS DEL PROPIO PACIENTE PARA EL TRATAMIENTO DE INFARTOS DE MIOCARDIO

- Ha sido aplicada a un paciente de 61 años, que había sufrido un infarto severo de miocardio y tenía tres injertos coronarios.

MADRID
SERVIMEDIA

Cirujanos cardíacos del hspital Gregorio Marañón han reimplantado con éxito a un paciente sus propias células para regenerar su corazón después de haber sufrido un infarto de miocardio, en un tratamiento novedoso que recibe el nombre de cardiomioplastia con mioblastos. Es la primera vez que se lleva a cabo en un hospital madrileño, según informó hoy el Gobierno regional.

Este tratamiento se aplica para la regeneración de la zona afectada por un infarto de miocardio y consiste en la aplicación de una inyección con células miobásticas, es decir, células madre del tejido músculo esquelético. "Estas células se extraen del músculo del muslo, se cultivan durante tres meses en suero del propio paciente mediante el empleo de unas técnicas especiales, y posteriormente se inyectan en el corazón del paciente para sanar la zona afectada por un infarto", explica el jefe del servicio de Cirugía Cardiovascular del hospital Gregorio Marañón, José Luis Vallejo.

Esta técnica ha sido aplicada a un paciente de 61 años, que previamente había ufrido un infarto severo de miocardio, y a quien además se le han practicado tres injertos coronarios. Como criterio de inclusión para la aplicación de este nuevo tratamiento es indispensable que el paciente necesite una revascularización miocárdica mediante intervención quirúrgica. Una vez practicada la implantación de las células no se necesita un tratamiento especial, salvo los controles periódicos y continuados para confirmar los resultados del injerto y un estudio de contractilidad miocárdica, que se a por finalizado en un plazo aproximado de dos años.

Con el empleo de la cardiomioplastia con mioblastos se pretende conseguir una serie de ventajas para los pacientes que sufren una mala función ventricular y que requieren injertos miocárdicos como la recuperación de la función ventricular, la mejora de la vascularización de la zona localmente afectada o del riego sanguíneo, y se espera que las células implantadas en el corazón del paciente crezcan, con el fin de cubrir la zona necrótica o afectada pr un infarto de miocardio. Además puede prevenir la formación de aneurismas o lo que es lo mismo, la hinchazón producida por la cicatriz dejada por un infarto en el músculo cardíaco.

En la aplicación de esta novedosa técnica, el hospital Gregorio Marañón comparte un protocolo común con otros centros españoles como la Clínica Universitaria de Navarra, el Hospital Universitario de Salamanca, el Hospital Juan Canalejo, de La Coruña y el Hospital Marqués de Valdecilla, de Santander.

Según declara el octor Vallejo esta técnica se ha realizado con resultados satisfactorios en otros países de nuestro entorno como Francia e Italia, además de Estados Unidos, Japón y Argentina en los que se ha constatado una docena de casos con un éxito del 100 por cien.

(SERVIMEDIA)
12 Oct 2003
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