La muestra rememora los grandes viajes realizados por los miembros de la monarquía, ligados a determinados acontecimientos y momentos históricos, y está centrada fundamentalmente en el periodo 1851-1930.

Según los organizadores de la exposición, la implantación del ferrocarril en Europa ha tenido en la monarquía a uno de sus principales valedores, frente al rechazo que en sus inicios provocó este medio de transporte entre una parte de la poblción.

La exposición se desarrolla a lo largo de tres áreas temáticas, la primera de las cuales analiza desde el punto de vista histórico y técnico el material rodante que formó parte de los primeros trenes reales preparados por diversas compañías privadas.

La segunda área se centra en los aspectos más cotidianos del viaje y la tercera presentará el eco que estos viajes reales tuvieron en la prensa ilustrada de la época.

En la muestra destaca la presentación al público de la restauración de l colección de mobiliario procedente del Tren Real que construyó la Compañía del Norte para Alfonso XIII, perteneciente a los fondos del Museo del Ferrocarril.