El BCH aún no ha designado la constructora que ejecutará el proyecto, según señalaron a Servimedia fuentes de la entidad financiera.

La obra, que durará medio año, constará de un edificio acristalado de 7 metros de altura (una planta) que recogerá paradas de autobuses urbanos junto a interurbanos de las localidades del norte de la región (Tres Cantos, San Sebastián de los Reyes, Alcobendas, Algete).

Además, contendrá una parada de taxis y pasos subterráneos hacia el Metro, a través del cal los viajeros podrán conectar con la estación de Renfe de Chamartín. También habrá locales para taquillas, servicios higiénicos y venta de prensa.

El presupuesto de la obra, que responde al proyecto del Ayuntamiento, corre a cargo del BCH. La entidad tuvo que asumir su coste al figurar como avalista, con 500 millones de pesetas, de Urbanor, la compañía del grupo KIO que quebró con el grupo y que debía haber realizado el intercambiador.

Según Armada, el BCH invertirá en total 500 millones, 440 e el proyecto propiamente dicho y el resto en la urbanización de la calle Agustín de Foxá, el cruce de esta vía con Mauricio Legendre y el acondicionamiento de las zonas colindantes deterioradas.

Cuando el Ayuntamiento expresó su deseo de ejecutar el aval, tras la quiebra de KIO, el Central Hispano propuso a las autoridades municipales firmar un convenio según el cual el banco se comprometía a empezar las obras del intercambiador antes del 1 de marzo de 1994, lo que obtuvo la aprobación en pleno de la orporación del pasado mes de octubre.