Según el responsable municipal, cuanto más grandes son los hospitales, más problemas tienen. Según los datos de las inspecciones anuales que posee esta concejalía, el Gregorio Marañón tiene muchos problemas y La Paz y el Ramón y Cajal también presentan deficiencias.

A juicio del edil, el hecho de que durante las 24 horas del día haya personas en los hospitales facilita el control de los incendios. "Lo que ocurre es que hay circunstancias, como ocurrió e el incendio de esta madrugada en las dependencias del Hospital Ramón y Cajal, por las que el fuego se extiende y el humo inundó demasiado espacio", dijo.

El problema principal en los sistemas de extinción de incendios de los hospitales es que los edificios son viejos y cuando hay dinero para inversiones se aplica con carácter prioritario a inversiones de carácter sanitario, olvidando las mejoras en materia de prevención de incendios, señaló López Collado.

El responsable municipal se mostró muy peocupado no sólo por que las instalaciones no estén adecuadas a las ordenanzas, lo que es "objetivamente malo", sino por que se registra habitualmente un almacenamiento incontrolado de enseres en huecos de escaleras y en cuartos que no tienen una utilización habitual, que son focos de alto riesgo cuando se producen incendios.

"Lo lamentable", según López Collado, "es que reiteradamente se mantienen las mismas deficiencias y, año tras año, se utilizan los mismos argumentos por parte de los gerentes de os centros, que aseguran que no tienen dinero para subsanar las deficiencias".

El capítulo III de la Ordenanza Municipal de Prevención de Incendios recoge todas las exigencias que en materia de ocupación, estructuras y composición de materiales deben respetarse en los hospitales a la hora de prevenir los incendios.