El asaltante fue detenido por un coche patrulla de la Policía Municipal tras protagonizar una persecución en automóvilpor las calles de la capital. El detonante de la misma fue que el vehículo de A.M. llevaba las placas de matrícula cubiertas con sábanas, lo que despertó las sospechas de los agentes.

El detenido llevaba en su automóvil, además de la maza con la que había roto los cristales de la administración de lotería y otros efectos robados, 20 millones de pesetas en metálico y más de 1.000 décimos de lotería, parte de los cuales eran premiados (unos 20 millones de pesetas) y el resto sin premio o todavía sin sorear.