Según explicó hoy el presidente de la asociación Integración Gitana, José Salazar, la presidenta de la Junta de Centro, María Antonia Suárez, ha amenazado a los vendedores con enviar u fuerte dispositivo policial si éstos insisten en instalar sus puestos el próximo sábado.

Las familias gitanas, que acostumbran a vender todos los martes y sábados en éste lugar, han decidido pasar la noche del viernes en la plaza para impedir que la policía les desaloje y poder asegurarse un espacio en el mercadillo.

"Si nos cortan nuestra forma de vida nos abocan a la delincuencia", señaló José Salazar, quien añadió que han solicitado reiteradas entrevistas con la concejala de la Junta de Centr para tratar el tema, pero todavía no les ha contestado.

Respecto a las razones que pueda tener la Junta para impedir que vendan en la plaza, Salazar dijo que sólo ha recibido la contestación de que "no es nuestro problema", aunque cree que se trata de las protestas de los comerciantes de la zona, que se siente perjudicados por el mercadillo.