El estudio se basa en las entrevistas a cien pensionistas de la Comunidad de Madrid que reúnen esas características. Tras descontar los gastos corrientes a los que tienen que hacer frente cada mes, les quedan 46.870 pesetas de la pensión para la alimentación, que tienen que ser repartidas entre los dos cónyuges.

Según CECU, los encuestados destinan 4.000 pesetas mensuales a luz y gas, otrs 4.000 pesetas a teléfono, 3.000 a ropa y calzado, 3.000 a transporte, 800 al pago del Impuesto de Bienes Inmuebles, 500 a productos de limpieza y de higiene personal, 300 al pago de agua y 400 pesetas a gastos varios.