Criticó que, además, el alcalde se permita decir que, "a pesar de ello, esperará la decisión de la Comunidad al respecto como si fuese una concesión y no una obligción cuando esta infraestructura sigue siendo una carretera y el traspaso no la convierte en otra cosa".

"Es decir, con traspaso o sin traspaso, por la M-30 pasan vehículos y tal y como se recoge en la Ley de Carreteras de 29 de julio de 1988 es una carretera y, por lo tanto, está sujeta a este requisito", añadió.

Explicó que el artículo 2.1 de la citada normativa dice literalmente que "se consideran carreteras las vías de dominio y uso público proyectadas y construidas fundamentalmente para la crculación de vehículos automóviles".

Sabanés tildó de "escandaloso que finalmente no se exigiera esta declaración, aunque ya lo es este juego de complicidades que mantienen las distintas Administraciones del PP para burlar la ley en una obra de esta envergadura".

Asimismo, calificó de "intolerable" la presión que está ejerciendo el gobierno municipal sobre el autonómico para que se le exima de la Declaración de Impacto Ambiental.

"Si Gallardón tiene prisa, que se espere porque por encima de us deseos están, o deberían estar, los intereses de todos los madrileños ya que se trata no de darse un capricho sino de cambiar la actual configuración de la ciudad", dijo Sabanés, que recordó que IU se ha mostrado desde el anuncio de la obra contraria a ella.

Con respecto a la cifra por la que se acuerda el traspaso, indicó que "se trata de una absoluta miseria. Basta para ello recordar que hace años los propios informes elaborados por el Ayuntamiento cifraban en el doble el dinero necesario para haerse cargo de esta vía".