El portavoz de la coalición, Francisco Herrera, argumentó respecto a la primera propuesta que JeanClaude Decaux, que posee el 85 por ciento de la empresa CEMUMASA, ha sido condenado a un año de cárcel por intento de soborno al alcalde de Lieja (Bélgica). A su juicio, esta sentencia le invalida para participar en el concurso de adjudicación del mobiliario urbano de Madrid.

Respecto a la segunda proposición, la coalición presentó un informe de 44 casos en los que este mobiliario urbano incumplía las ordenanzas municipales. Entre los incumplimientos más comunes citaron la no autorización a instalar eementos en aceras, paseos o medianas de una anchura inferior a 3 metros; el no respetar las distancias entre elementos de la misma o diferente clase, y haber vulnerado la obligatoriedad de que los emplazamientos del mobiliario no dificulten la visibilidad de las señales.

Izquierda Unida señaló que si estas proposiciones son desoídas por el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid, pondrán este asunto en manos de la justicia. Asimismo, aseguraron que seguirán estudiando todos los emplazamientos delos 1.500 "chirimbolos".

Herrera declaró que "los chirimbolos ofrecen a los madrileños un servicio cero. CEMUMASA ha conseguido, Dios sabe cómo, la adjudicación de un concurso para hacer en Madrid lo que le da la gana, ya que el servicio es nulo y el beneficio económico es sólo para la empresa".

El portavoz de Izquierda Unida anunció que su grupo constituirá su propia comisión de vigilancia municipal, que iniciará su andadura el próximo 20 de septiembre abordando dos temas: la posible adjudicació "a dedo" de obras públicas y la colocación del mobiliario urbano.

La citada comisión estará formada por miembros del Grupo Municipal de Izquierda Unida, que invitará a participar en ella a representantes del ámbito sindical, cultural, empresarial y vecinal. Además, contará con la colaboración de abogados y economistas.