Esta alteración, producida en el mes de abril y reconocida por los técnicos de la planta, según IU, supuso la emisión por la boca del horno de cantidades suplementarias de metales pesados y otros contaminantes y conllevó problemas en el mantenimiento del lecho de fluido.

El diputado anunció que exigirá a la Agencia de Medio Ambiente (AMA) larevocación del permiso de la incineradora hasta que se pronuncie la justicia sobre la legalidad de la planta.

A su juicio, la planta incumple el proceso previsto en el proyecto autorizado, carece de filtros de carbón activo y en su interior se queman grandes cantidades de papel, plásticos y cartón.

Además, la incineradora no tiene instalada la red de control de contaminación atmosférica y no dispone de datos de medición de dioxinas en la cenizas tóxicas, ni en las escorias.

Otra denuncia de U es que no se ha facilitado el estudio epidemiológico de la población afectada en el nivel cero de emisión, cuando ya se están emitiendo hasta 40.000 nanogramos/día de dioxinas.

Por otro lado, Carlos Mayor Oreja, consejero de Medio Ambiente y Desarrollo Regional, aseguró que la planta de Valdemingómez ha cumplido los límites de emisión en su fase de puesta en marcha.

Afirmó durante su comparecencia ante la comisión parlamentaria correspondiente que "la emisión de partículas se ha mantenido en too momento por debajo de 30 miligramos por metro cúbico, cuando el límite establecido es de 150 microgramos por metro cúbico".

En opinión de Mayor Oreja, la empresa autorizada para certificar la idoneidad del sistema de control de Valdemingómez certifica que los equipos medidores disponen de los correspondientes certificados de homologación y que la sonda de temperatura ofrece las suficientes garantias para las mediciones a realizar.