En este 'punto negro' del tráfico de drogas, de unos nueve kilómetros cuadrados, se levantan cerca de 300 infraviviendas cuyos habitantes, según la policía, actúan con "evidente complicidad" con los narcotraficantes y les avisan de inmediato de la presencia policial.

Además, "han 'bunkerizado' el poblado de tal forma que varia calles están cortadas y para entrar en algunas infraviviendas es preciso atravesar tres puertas", señala Jefatura.

Los Focos está situado entre la avenida de Guadalajara, carretera de Vicálvaro, avenida de Daroca y la calle Fuente Carrantona. En ese área fueron decomisados entre noviembre de 1994 y el pasado mes de octubre 166 kilos de hachís, 6,6 de heroína, 2,3 de cocaína, 2.465 comprimidos y pastillas de drogas de diseño.

Asimismo, fueron requisados seis millones de pesetas en metálico, efects valorados en 260.500 pesetas y dos armas de fuego. La comisaría de San Blas mantiene una permanente vigilancia en la zona, pero hay aspectos que no son de su competencia, según explica hoy una nota policial.

Así, en la tapia que separa el poblado de la avenida de Guadalajara se concentran numerosos drogodependientes, muchos de ellos con enfermedades en fase terminal. "Allí mismo se inyectan, entre ratas, basuras, excrementos, jeringuillas y todo tipo de desechos. Más aún, esas mismas personas han leantado en ese lugar sus chabolas o simples tiendas de campaña, que no son más que unos palos sujetando una lona", denuncia la propia policía.