En el momento del atentado se encontraban en el solar dos trabajadores, uno de los cuales cogió una de las botellas -de plástico con líquido inflamable dentro- antes de que explotara y luego la presentaronen el juzgado de guardia de Madrid, según señalaron a Servimedia fuentes de la empresa.

Estas fuentes precisaron que los cócteles fueron lanzados desde el lado de las instalaciones que da al Pasillo Verde, del que están separadas por una tapia.

Uno de los trabajadores avisó a los servicios contraincendios a las 5,29 horas y 3 minutos después llegó a Papelera una autobomba. Al ver las dimensiones del fuego, los bomberos pidieron refuerzos y poco después llegaron 2 autobombas y 2 tanques más, con l que empezaron "la atacada del fuego", relató a Servimedia un portavoz de los Bomberos.

Como el agua del recinto fabril tenía poca presión, se aumentaron los efectivos con un total de 3 autobombas, 7 tanques y 2 coches de mando. En un momento determinado había 6 instalaciones (mangueras) de 45 milímetros atajando el fuego, y posteriormente se pidieron otras 2 más, y una de 70 mm.

El fuego ocupó una superficie de 1.500 metros cuadrados, en los cuales se encontraban 3.500 metros cúbicos de papel enfardos, apilados en columnas de 5 metros de altura.

Los bomberos seguirán removiendo todo el papel afectado hasta media tarde de hoy, según sus estimaciones, ya que deben asegurarse de que no quedan rescoldos ocultos.

TRASLADO

Papelera Peninsular ocupa una parcela junto al río Manzanares, en el distrito de Arganzuela, con modernas instalaciones que han supuesto inversiones de 5.000 millones de pesetas en los últimos años, según la empresa.

Sin embargo, la factoría se ha ido quedando aislad en una zona antiguamente fabril pero ya netamente residencial. Antes, llegaba el tren a sus instalaciones, pero con la operación urbanística del Pasillo Verde la empresa se quedó sin él y con sus posibilidades de actividad limitadas.

La empresa propuso trasladarse a otro lugar a cambio de recalificar los terrenos que ocupa para poder construir viviendas e invertir "íntegramente" el producto de esa operación en una nueva fábrica, a instalar en cualquier lugar de la Comunidad de Madrid (CAM), que costaá unos 14.000 millones de pesetas.

El pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó esta recalificación el pasado verano, no sin críticas por parte de las asociaciones de vecinos, que quieren más dotaciones y espacios verdes para una zona altamente poblada, y en la actualidad la CAM debía recomendar dónde colocar las nuevas instalaciones.

Este siniestro se produce 5 días después de que otro incendio destruyese la planta octava y dañase otras tres superiores de la Torre de Madrid a causa de un cortocircito en un cuarto de contadores eléctricos.

El pasado 15 de marzo, el auditorio B del Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid, situado frente al estadio Santiago Bernabéu, quedó totalmente calcinado por un incendio al no funcionar los sistemas de alarma del edificio porque estaban desconectados.