La portavoz de "Hetaira", Cristina Garaizabal, argumentó, en rueda de prensa, que ese plan "es una decisión arbitraria" contra la prostitución de calle, "teniendo en cuenta que en este país no es delito ejercer la prostitución, ni tampoco es delito comprar actos sexuales". "Lo que no es delito no puede ser perseguido, ni reprimido como se está haciendo estos días", dijo Garizabal, quién añadió que ese plan atenta contra derechos fundamentales como la libre circulación y el derecho de la intimidad.

En este sentido, la portavoz de "Hetaira" denunció la acción policial en Montera, donde a algunas mujeres se les requiere la documentación por su "aspecto físico o vestimenta". También denunció que la Policía haya pedido identificación a unos cien clientes de las prostituas de esa zona.

Finalmente, Garaizabal comentó que la denuncia recogerá un presunto delito de coacciones a las prostitutas, a quienes se les ofrece abandonar la calle y ejercer su actividad en locales cerrados, que no están regulados.

En este sentido, varias prostitutas sudamericanas de la calle Montera presentes en la rueda de prensa, la mayoría de ellas con la cara tapada con una careta, denunciaron ser objeto de malos tratos por parte de agentes de la policía que las llaman "puta", "guarra" o es dicen que se van a ir "a tu puto país".

Las meretrices resaltaron que no quieren abandonar el ejercicio de la prostitución y que los 300 euros que se les ofrece para dejar esta actividad no son suficientes para mantenerse ellas ni ayudar a sus familias.

Asimismo, insistieron en que las prostitutas de la calle Montera ejercen su actividad sin ninguna presión de "chulos" o "proxenetas", y que las mafias de prostitución están ligadas a los clubes de alterne

Finalmente, estas mujeres destacarn que su única intención es ayudar a sus familias en sus países de origen, por lo que piden la regularización de aquéllas que están en situación irregular y que se legalice la prostitución.