"Los menores presuntamente afectados no se encuentran en el centro", indica la nota. "Una de las familias decidió marcharse voluntariamente a casa de unos familiares y a la otra se le ofreció un traslado al que en principio no se negó, y que al día siguiente rechazó por escrito".

Tan pronto com en la dirección general se tuvo conocimiento de las manifestaciones de una de las residentes, se convocó una reunión del equipo técnico con todas las residentes con objeto de conocer lo sucedido más profundamente y para tranquilizar a las mujeres.

"La Dirección General de la Mujer considera imprescindible proteger la intimidad de los menores presuntamente afectados. Cualquier divulgación precipitada de los hechos no comprobados puede ser extremadamente perjudicial para unos menores que, no debe olvidrse, proceden de familias que han tenido que afrontar experiencias traumáticas, no sólo por el maltrato sufrido por sus madres, sino por las experiencias de violencia de las que han sido víctimas directas o testigos", agrega el comunicado.

La Dirección General de la Mujer expresa su respaldo al equipo de la casa refugio y afirma que "un suceso de estas características no ha sucedido nunca en los 18 años de funcionamiento".