Además, el Ejecutivo autonómico firmó otro acuerdo con las organizaciones sindicales, en el que se recogen una serie de medids de acompañamiento al Plan de Prevención de Riesgos Laborales y que da cumplimiento a un mandato de la Asamblea regional.

Ruiz-Gallardón afirmó que el objetivo de este plan es conseguir la máxima calidad en el empleo, que pasa por la estabilidad y por la seguridad de las condiciones de trabajo.

"Este plan no ha sido elaborado para engrosar los estantes de la bibliografía administrativa, sino para aplicarse en los andamios, en las zanjas, en las cadenas de producción o en las oficinas, en las peqeñas y medianas empresas, sobre todo las de menos de 50 trabajadores, en definitiva, allí donde un trabajador madrileño precise de las garantías de seguridad y salud laboral que los sindicatos, los empresarios y su Gobierno regional se han comprometido a ofrecerle", agregó.

El plan se centra especialmente en los sectores de productos metálicos; construcción; maderas, muebles, plásticos y otras manufacturas; transportes y saneamiento público, donde se producen un mayor número de accidentes graves y morales.

El plan prevé, entre otras medidas, la elaboración de un plan específico para las empresas con siniestralidad más alta que la media, que obligue a visitas sistemáticas de los técnicos e inspectores de trabajo para evaluar los problemas que presentan y plantear las correcciones necesarias, con la posibilidad de imponer fuertes sanciones.

También se estudiará la posibilidad de introducir cláusulas de penalización en los contratos públicos teniendo en cuenta los índices de siniestralidad laborl, de manera que para recibir subvenciones las empresas tendrán que acreditar obligatoriamente la evaluación de riesgos laborales.