Ruiz-Gallardón, en declaraciones al diario El Mundo, señaló que si los votantes deciden "que lo que ha hecho Gallardón no les ha gustado y no quieren que sea su alcalde, pues esto abrirá una reflexión muy intensa y muy sincera, no sobre si continuar en el Ayuntamiento, sino sobre si continúo en la política".

Respecto a la posible inclusión de Ana Botella en su equipo como responsable de Asuntos Sociales,indicó que "puede resultar extraño a quien no conozca la proyección de Ana en el partido", pero matizó que la mujer del presidente del Gobierno, José María Aznar, es "alguien con personalidad propia, con un discurso político comprometido con el PP".

"Aznar no me ha pedido en ningún momento que incluyera a Ana Botella en mi lista", continuó el candidato popular, para quien la mujer del presidente "ha abierto un periodo de reflexión porque es una decisión muy importante, y hay que respetar sus plazos", unque añadió que le gustaría mucho que "diese ese paso de avanzar en un compromiso con la política (...) con el equipo que estamos conformando para las municipales".

En este sentido, desmintió que la oferta a Ana Botella se pueda interpretar en clave sucesoria porque "en estos momentos, el PP me ha encargado tener un resultado que nos permita hacer una gestión verdaderamente rompedora en el Ayuntamiento de Madrid. Y ahí es donde están mis aspiraciones políticas a día de hoy".

Tras desmentir que hbiera "heridas abiertas" entre él y Aznar insistió en que "el tema de la sucesión es muy importante en la historia del partido, pero tiene su tiempo", por lo que "anticipar el debate de la sucesión me parece que es algo que pretenden otros que hagamos, pero que nosotros no podemos hacer, sería un error".

Respecto a la candidata del PSOE a la alcaldía madrileña, Trinidad Jiménez, "es un adversario difícil porque es una gran candidata y está haciendo un trabajo de precampaña muy bueno"; y añadió que, a u juicio la recuperación en la intención de voto de los soccialistas "es un efecto que está muy superado".

Finalmente, señaló que solo las urnas dirán si el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero es un líder consolidado y añadió que le preocupa "que cuando existen propuestas contradictorias en el PSOE, Zapatero no las dirime (...) y adopta una postura muy cómoda, que es dar un paso atrás y no asumir su propia responsabilidad".

"Los ciudadanos están empezando a pensar que Rodrígez Zapatero es una persona muy agradable, porque le dice a todo el mundo lo que quiere oír, pero eso en política tiene muchos riesgos", finalizó.