A su juicio, "no puede haber ninguna actitud pasiva", por parte de la policía, "sino un ejercicio de autoridad en defensa del derecho de la menor, que es necesario tutelar y que se ve quebrado como consecuencia de la existencia de mafias que, a través del proxenetismo, explotan a las menores y mediante personas con escrúpulos inexistentes qu incurren en el campo de lo ilícito penal al contratar a menores".

Gallardón dijo que la contratación de menores prostitutas es "un delito de tal gravedad que la respuesta tiene que ser de Codigo Penal" y, por tanto, "los ciudadanos que lo hacen están cometiendo un delito y tienen que saber que están delinquiendo".

El presidente insistió en que "la menor no comete el delito, sino el que explota y contrata a la menor, que son los auténticos delincuentes. Las administraciones tienen que intervenir,sin ninguna duda, realizando labores de investigación y mediante una intervención de carácter policial para comprobar y constatar esos hechos".

Asimismo, puntualizó que la prostitución y la explotación sexual de los menores son dos cuestiones diferentes y dijo que "sería bueno hacer una análisis diferenciado de ambos porque, si no, podemos incurrir en el error de pensar que la explotación de los menores es un hecho asociado al hecho de la prostitucion, cosa de la que discrepo".

Por último, se mosró partidario, una vez abordado el problema de la prostitución de menores, de abrir un "debate sereno" sobre los elementos colaterales de la prostitución, incluidos los fiscales, la ubicación y los sanitarios.