Explicó que esto será posible gracias a los acuerdos con la Administración central para la compensación económica por la atención a pacintes de otras regiones y con las comunidades próximas, como Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla-León.

Recordó que en 1995 el presupuesto de sanidad de la Comunidad de Madrid era de 420 millones de euros y la plantilla no superaba los 11.000 profesionales y que en 2003 los trabajadores sanitarios son ya más de 63.000 y el presupuesto, cercano a los 5.000 millones de euros.

Tras indicar que la transferencia sanitaria se cerró en 620.000 millones de pesetas y que en junio de 2001 se firmó conlos representantes del sector un plan de calidad dotado con más de 1.800 millones de euros, destacó, entre otros hitos recientes, la construcción de los hospitales de Alcorcón y Fuenlabrada y la maternidad de O'Donnell. Estas dos últimas infraestructuras sanitarias todavía no se han concluido.

También se refirió a la lucha contra las drogodependencias y contra las enfermedades ligadas al abuso de drogas tóxicas, como el sida. Concluyó su intervención con la siguentes palabras: "no somos nosotros los qe lo decimos, son los ciudadanos y las instituciones más prestigiosas quienes avalan nuestra gestión sanitaria".

Se refería a los datos del Anuario Social 2003 de España, elaborado por La Caixa, que otorgaba una puntuación de 10 -la nota más alta- a la sanidad madrileña.

La esposa del presidente del Gobierno, Ana Botella, estuvo presente en el acto, escuchando atentamente las intervenciones de Gallardón y de Esperanza Aguiire, pero no tomó la palabra, aunque sí saludo a numerosas personas, tanto entro como fuera del recinto hotelero de Coslada.