El funcionario checo, conductor de la embajada, según las primeras informaciones, se encontraba en su casa junto a su mujer cuando notó que tres personas trataban de abrir la cerradura de la puerta del domicilio utilizando el procedimiento del carné.

Alertado ante el posible robo y con la intención de darles un buen susto a los asaltates, el ciudadano checo salió a la escalera del bloque, en la calle Drácena, número 10, en el barrio madrileño de Chamartín, y disparó tres veces su pistola detonadora de gases, un artículo de juguetería adquirido en una tienda y para la que no se necesita ningún permiso especial, según las citadas fuentes policiales.

Ante las tres detonaciones, los supuestos ladrones huyeron despavoridos y se produjo en la escalera de la vivienda una gran humareda que provocó el revuelo entre los vecinos, que fueron uienes avisaron a la policía y a los medios de comunicación.

Sin embargo, los agentes que se personaron en el lugar no efectuaron ninguna detención, ya que los asaltantes habían huido y el autor de los disparon no había cometido ningún delito. Sí requisaron en cambio la pistola y los casquillos utilizados y están a la espera de que el funcionario checo pueda presentar una denuncia y contar su versión con la ayuda de un intérprete, ya que apenas sabe unas palabras de español.