Castro aseguró que la FRAVM está dispuesta a "poner toda la carne en el asador" e ir a los tribunales si es necesario para frenar el problema de las cacas de los animales de compañía, que han sido destacadas en el informe del Tidy Britain Group como una de las pesadillas de cualquier paseante por Madrid.

"El ejemplo de la Lola Flores con el tema de la declaración de la renta fue un tema importante para Hacienda: ás de uno no quiso hacer de Lola Flores", indicó.

El presidente de la FRAVM está de acuerdo en que el Ayuntamiento debería poner más lugares donde los animales pudieran hacer sus necesidades, "pero aún así, mientras se pone y no se pone, el que tiene un animal tiene una responsabilidad" y no puede crear un problema a la sociedad, sino que debe hacerse cargo de los excrementos caninos bajo pena de fuertes multas, concluyó Castro.

Además, ofreció el apoyo de la Federación para colaborar en cuantas ampañas de concienciación se inicien a fin de mantener limpia la ciudad, y recordó a los responsables municipales sus obligaciones.

Hace un mes, señaló Castro, la FRAVM se ofreció al concejal de Limpiezas, Luis Molina, para realizar conjuntamente una campaña de sensibilización ciudadana por distritos y todavía están esperando respuesta.