El ministerio está estudiando las necesidades futuras de la región madrileña y ha llegado a la conclusión de que la M-40 se saturará en el 2006 si no se construye la M-50. Asimismo, ante la imposibilidad física de ensanchar las actuales carreteras nacionles que confluyen en la capital, Fomento está pensando en ofrecer a la iniciativa privada la construcción de autopistas de peaje por recorridos paralelos a la carretera de Valencia, Andalucía y Extremadura (R-3, R-4 y R-5).

En cuanto a la de Barcelona, ya está decidida la autopista de pago Madrid-Guadalajara, pendiente de que la Unión Europea modifique la declaración de una zona de especial protección para las aves cerca de Alcalá de Henares.

La M-50, según ha reiterado el ministro Rafael Arias Slgado, será construida con cargo a los presupuestos del Estado y no exigirá peaje. Eso sí, según dijo hoy Lazcano, no se cerrará por el norte, entre la N-VI y la autovía de Colmenar Viejo, porque los costes superarían con creces lo razonable.

Según las fechas que maneja Fomento, todavía es "prematuro" adelantar cuando se va a construir la M-50, dado que será financiada con dinero público (84.000 millones) y los presupuestos de los próximos años serán restrictivos para entrar en la moneda única.

LAS ADIALES

Otra cosa ocurrirá con las autopistas radiales, que al ser de peaje podrán comenzar a licitarse las obras dentro de dos años, a finales de 1998. Estas vías aún no están trazadas, sino en estudio, y se decidirán en función de su coste de establecimiento, la evaluación ambiental y el análisis de la rentabilidad económico-social.

La R-3, paralela a la autovía de Valencia, tendrá previsiblemente unos 34 kilómetros, que podrían costar 27.000 millones de pesetas, según los cálculos de Fomento. a R-4, 65 kilómetros con una inversión de 39.000 millones, y la R-5, 30 kilómetros por 21.000 millones.

En cualquier caso, ninguna radial (incluída la de Guadalajara) penetrará en la metrópoli más allá de la M-40, su construcción irá acompañada de la mejora del cuarto cinturón y con la vista puesta en la entrada en servicio de la M-50, que descargará de tráfico la M-40.

Las medidas de reforzamiento de la M-40 contemplan vías de servicio en algunos tramos para captar recorridos cortos que ahora serealizan por la única calzada existente; la creación de itinerarios alternativos para este tráfico local, que hoy en día representa de 15.000 a 30.000 vehículos diarios; la ampliación a un cuarto carril en alguna zona y la remodelación de enlaces.

Asimismo, Lazcano reiteró que la M-40 se cerrará totalmente a finales de diciembre de 1996, con grandes esfuerzos por parte de la constructora y si el tiempo de este último trimestre del año no lo impide. Sólo restan 3,6 kilómetros entre la carretera del Paro y la N-VI.

En cuanto al eje de O'Donnell, el director general de Carreteras anunció que entrará en servicio en el primer trimestre de 1997.