La inciativa está organizada por la Consejería de Empleo y Mujer de la Comunidad de Madrid a través de la Dirección General de la Mujer, un programa que, según Pérez-Cejuela, pretende "fomentar la convivencia de la unidad familiar y las relaciones afectivas y de diálogo entre las mujeres y sus hijos en un espacio diferente al habitual".

El programa de vacaciones incluye los desplazamientos al lugar de destino (que este año será Salou, en Tarragona), el alojamiento y la manutención durante diez días (nueve noches) y tendrá lugar entre el 1 y el 10 de septiembre de 2009.

Las beneficiarias estarán acompañadas por 15 monitores con titulación académica (trabajadoras sociales, educadoras y profesoras) que organizarán las actividades de ocio y propiciarán el aprendizaje de habilidades sociales. Las mujeres podrán ir acompañadas de sus hijos de entre 1 y 12 años.

COORDINACIÓN CON EL MINISTERIO

Respecto a la coordinación de este tipo de servicios entre la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Igualdad y a unaposible solapación entre el teléfono de atención 012 y el 016 a nivel nacional, la directora general de la Mujer afirma que "confío en que llegaremos a un acuerdo con el Ministerio".

"Todas las Administraciones debemos luchar contra la violencia de género con políticas y presupuestos que las financien y la coordinación (entre Administraciones) es indispensable", añadió.

En este sentido, anunció que en septiembre se producirá una reunión con el Ministerio y añadió que, aunque no se llegara a firmar un convenio, sí podrían conseguir una coordinación para no solapar sus respectivos servicios.

"El teléfono 012 de la Comunidad de Madrid ha sido el gérmen para que se pusiera el teléfono nacional contra el maltrato 016", concluyó.

LAS USUARIAS, SATISFECHAS

Tras la presentación del programa, algunas de las usuarias de este servicio que viven en pisos tutelados contaron su experiencia a los periodistas.

María José, de origen cubano,señala que ofrecen talleres de relajación, de dibujo, de ocio y tiempo libre para madres e hijos por separado, y que la inciativa es "fantástica" y requiere "mucho trabajo" por parte de la organización.

Por su parte, María, procedente de Rumanía, añade que "yo pensaba que los hijos se educaban de una manera y ahora sé que se deben educar de otra". "Me siento como en mi casa, la gente es muy cercana", dijo.

"Las educadoras se ponen en tu lugar, te atienden con mucho cariño y te entienden, yo me siento mucho mejor que hace tres años, antes estaba muy mal", concluyó.