Según informó hoy la Jefatura Superior de Policía de Madrid, el "timo del pariente" es uno de los más antiguos de la historia de la delincuencia y los autores abusan de la buena fe de sus víctimas: uno de los delincuentes aborda en el domicilio o en una calle a su víctima -generalente personas mayores- y entre muestras de cariño le dice que es su sobrino. Las mismas preguntas de la víctima le van dando pistas para conocer nombres de familiares y convencerles del parentesco.

Desde hacía tiempo se habían presentado en la comisaría de San Blas varias denuncias sobre este timo que estaban siendo investigadas por el Grupo de Prevención de la Delincuencia.

Concretamente, este grupo de timadores, después de haber convencido al anciano sobre su parentesco, le decían que con ellosestaba un amigo que había traído a España unas telas, pero que al ser extranjero no podía venderlas. El supuesto sobrino estaba dispuesto a comprarlas, pero no tenía dinero, por lo que solicitaba un préstamo, que se comprometía a devolver de manera inmediata. Mientras tanto, las telas quedarían en poder del "tío", que, convencido por los estafadores, entregaba el dinero y se quedaba con unos retales sin valor alguno.

Las cantidades estafadas oscilan entre 100.000 y 200.000 pesetas, aunque en una ocasin llegaron a estafar a un anciano 715.000 pesetas y en otra 400.000 a una mujer.

Una vez localizado el vehículo de los timadores, la policía les siguió y les detuvo cuando estaban intentado estafar a un anciano. Los detenidos, que residen en el alto de San Isidro, son parientes entre ellos.