Los 'slips' eran "blancos con un estampadito rosa, muy monos, de algodón", según relató a Servimedia uno de los informadores que protagonizaron la anécdota.

La prenda estaba abandonada en el suelo, a cuatro metros de la entrada del despacho del regidor madrileño, sin que los ordenanzas ni escoltas alí presentes supieran darle al caso una explicación convincente.

Funcionarios y periodistas se entretuvieron entre bromas y comentarios jocosos hasta que llegaron el alcalde y el concejal de Salud, Simón Viñals, para firmar un acuerdo con la mutua Asepeyo por el que esta entidad gestionará los accidentes laborales y enfermedades profesionales de los empleados municipales. Al final, un trabajador de limpieza se llevó los calzoncillos.

Los informadores no resistieron la tentación de comunicarle a Alarez del Manzano la naturaleza de la prenda que había sido encontrada en tan nobles dependencias, ante lo que el alcalde reaccionó con buen humor.

Las preguntas que flotaban en el ambiente eran ¿de quién será tan íntima prenda?, ¿para qué los habrán empleado?, ¿cómo han podido aparecer ahí? Estas y otras cuestiones se plantearon políticos y periodistas, medio en broma medio en serio, hasta el punto de que el concejal de Salud y Consumo apuntó entre risas que ordenaría a los laboratorios municipales qu investigaran su procedencia.