MADRID. ENCARCELADO POR SIMULAR SER INTERMEDIARIO DEL SECUESTRO DE UN EMPRESARIO DEAPARECIDO EL PASADO MES DE OCTUBRE
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Francisco Javier C.R., de 35 años, se encuentra en prisión acusado de haber pretendido cobrar un rescate de 90 millones de pesetas por la liberación del empresario José Luis Zaragoza, de 65 años, desaparecido desde el pasado 6 de octubre, informó hoy la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
La familia de Zaragoza, residente en la urbanización Santo Domingo, en Algete, denunció el 8 de octubre su desaparición y el 16 del mismo mes a policía localizó su automóvil, un Volvo, estacionado en los alrededores de la plaza de Castilla, en Madrid.
El industrial había salido de su domicilio con la intención de ir a cazar a Zaragoza, pero previamente tenía que realizar en Madrid unas gestiones bancarias. Ni efectuó este trámite ni acudió a la partida cinegética.
Cuando apareció el coche la llave de contacto estaba dentro, pero faltaba la escopeta, marca Aya y de cañones superpuestos, y algunos otros objetos.
Los investigadores pliciales se pusieron a trabajar, pero nadie se puso en contacto con la familia bajo ningún concepto. Distintos medios de comunicación se hicieron eco de la desaparición, pero ningún oyente o telespectador pudo facilitar dato positivo alguno.
EL NOVIO
Una de las personas entrevistadas por los funcionarios fue Francisco Javier C.R., novio de una de las hijas del empresario. Sus respuestas, en algunos extremos contradictorias, levantaron las sospechas de los investigadores, pero no se consiguieron prueas ni indicios.
A finales de abril, el abogado de la familia se reunió con Francisco Javier C.R. para comunicarle que debía abandonar el domicilio donde residía, propiedad de su novia, pues ésta había roto sus relaciones de noviazgo. En esa entrevista, Francisco Javier C.R. informó al letrado que José Luis Zaragoza está secuestrado por una banda mafiosa, que exige 90 millones en concepto de rescate.
Añadió que él actuaba como único intermediario válido, poseía datos sobre el estado de salud del scuestrado, sabía el lugar en donde se encontraba y demás circunstancias. El abogado se mostró dispuesto al pago para obtener la liberación.
Conocidos estos extremos por los investigadores, de acuerdo con el letrado, de decidió la intervención de una tercera persona, un detective privado antiguo amigo de Francisco Javier C.R., para que se ofreciera a éste como cómplice.
La estratagema dio resultado positivo en cuanto a que el presunto intermediario ofreció al detective repartirse entre ambos el recate. Además, Francisco Javier C.R. le mostró unos fotomontajes de José Luis Zaragoza en los que aparecía fotografiado con unos diarios de fechas posteriores a la desaparición.
EL PAGO
El pasado 7 de mayo, sospechoso y abogado se reunieron de nuevo en el despacho de éste último y, tras mostrarle una escopeta de cañones recortados y otra foto trucada, el sospechoso quedó con el letrado en que el pago, de 90 millones, se efectuaría a las 15,30 horas.
Francisco Javier C.R. fue detenido por los polcías a las 14,30 en la calle, después de que hubiera estado preguntando en una oficina bancaria por los tipos de inversión más interesantes.
En el maletero del coche que utilizaba, un Audi A4, escondía dos escopetas recortadas, entre ellas una Aya de cañones superpuestos, ambas con la numeración limada. Sin embargo, la segunda es la que llevaba Zaragoza de caza el día de su desaparición.
En el domicilio del detenido los investigadores hallaron una Polaroid y material para los fotomontajes. Pese alos registros en las propiedades del desaparecido y el empleo de perros especializados en la búsqueda de personas enterradas, no se ha dado con el cuerpo de José Luis Zaragoza, que muy probablemente ha sido asesinado, según la policía.
El detenido, que se mantiene en la versión inicial, carece de antecedentes y, según un certificado médico aportado por su madre, sufre trastornos psicológicos. El juez ordenó su ingreso en prisión.
(SERVIMEDIA)
14 Mayo 1996
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