Los conductores de la EMT tienen la responsabilidad de facilitar a los usuarios el acceso a los coches, especialmente si son minusválidos, siempre que la seguridad de los viajeros no lo impida y haya sitio, indicó Burgaleta.

"Tenemos establecida la máxima flexibilidad para que las personas minusválidas puedan acceder a nuestros autobuses y pued decir que recibimos todos los días felicitaciones por escrito para nuestro personal en función de la colaboración y de la ayuda que han prestado en determinadas situaciones a personas minusválidas o impedidas", aseguró el gerente de la EMT.

Burgaleta señaló que es posible que a algún usuario un conductor le haya denegado la entrada si portaba un carrito de la compra o un bulto porque el autobús estaba lleno, pero en caso contrario su deber es permitirle el paso, lo mismo que si el viajero es una madr con un niño y su silla.

Los servicios públicos tienen la obligación de "facilitar cada día más el que personas de movilidad reducida puedan viajar en nuestros autobuses", afirmó el máximo responsable de la EMT, que añadió: "Para eso, en dos años más (1998 y 1999) un 50 por ciento de nuestra flota va a ser de piso bajo".

Actualmente, la EMT tiene circulando por Madrid 175 coches de piso bajo. La empresa ha comprado otros 431 autobuses de piso bajo que se irán recibiendo poco a poco y al final de999 uno de cada dos vehículos de la EMT (900 de 1.800) estará adaptado para personas con discapacidad, según Burgaleta.