En noviembre de 1994, los trabajadores de la extinta SKF alcanzaron un acuerdo por el que la empresa lemana MAHA se hacía cargo de ella, con el compromiso de poner en marcha una nueva actividad que garantizase el empleo a los 160 trabajadores y la financiación necesaria para ello. Este acuerdo fue avalado por SKF Española y la Comunidad de Madrid (CAM).

El consejero de Economía de la CAM, Luis Blázquez, recibió a una delegación de los trabajadores y les dijo que la Administración regional no es responsable del incumplimiento de los compromisos de SKF.

La empresa ocupa una parcela de más de 50.00 metros cuadrados en Madrid, junto a la autovía de Barcelona, por lo que, según los trabajadores, es "un apetitoso bocado" para los especuladores.

Según fuentes de los trabajadores, su objetivo es que MAHA asuma sus responsabilidades, no deje a 160 familias en la calle y no se especule con una propiedad que ha obtenido con la promesa de garantizar el empleo.

Por ello y según las mismas fuentes, si la empresa incumple sus compromisos, los empleados piden a la CAM y a los ayuntamientos de la región en especial a los del corredor del Henares, que les apoyen en la exigencia de cumplir un acuerdo cuyo objetivo era defender el empleo y el tejido productivo de la región.