Las unidades de Zapadores de Melilla, Burgos y Madrid se encargan, desde el pasado 22 de mayo, de la retirada de los miles de proyectiles usados y restos de metralla que se encuentrn esparcidos a lo largo y ancho de las 1.082 hectáreas de superficie, utilizada como campo de tiro desde hace cincuenta años.

La operación, llamada "Tierra Limpia", así como la devolución de los terrenos a sus antiguos propietarios coincide en el tiempo con la polémica suscitada en relación con el polígono de tiro aéreo de las Bardenas (Navarra), cuyo contrato de arrendamiento también está a punto de concluir, aunque el Ministerio de Defensa, contra lo que reclama el PNV, lo mantendrá abierto hasta qu encuentre una alternativa.

Precisamente, el departamento que dirige Federico Trillo también se responsabilizará de la limpieza de este campo y de su recuperación medioambiental.

En relación con el campo de tiro de San Pedro, en Madrid, la segunda fase de limpieza tendrá lugar entre el mes de septiembre y mediados de noviembre. En total son 47 soldados profesionales y 16 cuadros de mando el personal militar que se encarga de estas tareas, bajo el mando táctico del Regimiento de Ferrocarriles.

Para la limpieza se utilizan distintos procedimientos, entre ellos informáticos. Hasta ahora han sido localizados proyectiles de artillería usados, restos de esquirlas metálicas y algunas espoletas. Todo lo que se encuentra se almacena en un lugar seguro del campo de tiro y, posteriormente, se destruye.