Esto supondría instalar este tipo de máquinas en 278 centro de Secundaria, además de universidades y centros de Formación Profesional, según Iglesias, que solicitó al Ejecutivo autónomo que realice "urgentemente" campañas de inspección de las máquinas de preservativos ubicadas en la comunidad.

"Es una vergüenza que el Gobierno de Gallardón no haya llevado a cabo ninguna campaña específica con carácter general de inspección para acabar con un hecho muy afianzado entre los jóvenes, que desconfían de las situadas en lugares de ocio por su posible mala calidad", ñadió.

Iglesias afirmó que "sólo 5 de cada 100 jóvenes en edades comprendidas entre los 14 y los 17 años compra preservativos en las farmacias. El resto los consiguen a través de amigos, hermanos mayores o campañas de reparto".

A su juicio, estos datos demuestran que hay que ofrecer a los adolescentes otros lugares donde comprarlos, alternativos a las farmacias, "porque no las pisan".