Una vez en Fuenlabrada y de camino a la discoteca, las tres amigas, que se se encontraron a las dos jóvenes del vagón, una morena y otra rubi, se metieron en una cafetería de la calle Cruz de Luisa, próxima a la discoteca, para despitar a las dos chicas del tren, ya que pensaron que las seguían con malas intenciones.

Una vez en la cafetería, las víctimas se fueron al baño, donde también entraron las ahora detenidas, que, para hacerse con las zapatillas de dos de ellas, las amenzaron primero con sacar una navaja. Como la tercera joven se resistía a entregarles su calzado, las atracadoras le pusieron una navaja en el cuello, tras lo cual lastres jóvenes se pusieron a gritar, alertando a los clientes del bar, que acudieron en su ayuda y llamaron al 091.

Las atracadoras lograron escapar del bar pero las víctimas, que estaban en la puerta de la cafetería aportando datos a dos agentes de paisano, divisaron a sus asaltantes, que al parecer estaban al acecho en un esquina próxima, donde fueron detenidas.

Gema M.G. y M.V.P., que en un principio proporcionaron identidades falsas, son vecinas de Fuenlabrada y carecen de antecedentes policials.