Según informó la Jefatura Superior de Policía de Madrid, el atracador, armado con una pistola simulada y un cuchillo, irrumpió en el patio de operaciones de la citada entidad y bajo amenazas obligó a los presentes cinco empleados y tres clientes- a introducirse en la zona blindada de la sucursal.

Cuando iba a traspasar el umbral, el comandante se abalanzó sobre el atracador y le sujetó por los brazos. Al instante, acudió en su ayuda otro cliente, que resultó ser compañero de cuerpo del anterior, y entre los dos trataron de inmovilizar y desarmar al intruso.

En el curso del forcejeo, los contendientes perdieron el equilibrio hasta rodar por el suelo. A consecuencia de este hecho, los dos agentes resultaron esionados por arma blanca en una mano y el homóplato izquierdo. El delincuente huyó a la carrera y dejó en el lugar de los hechos una pistola.

Tras él salieron de inmediato el director de la sucursal y los dos lesionados, a tiempo de ver cómo a lo lejos escapaba en un Opel Vectra de color gris, que conducía un cómplice.

Un equipo del Samur atendió en el lugar a los dos heridos. Uno de ellos, lesionado en una mano, fue dado de alta allí mismo y el otro tuvo que ser trasladado al Hospital Doce de Otubre para realizarle un reconocimiento de la herida que sufre en la espalda.

Según las diligencias, instruidas por la Sección Antiatracos de la Brigada de Policía Judicial, el Opel Vectra en el que huyeron el frustrado atracador y su compinche había sido denunciado como sustraído en la comisaría de Chamberí. Fue localizado por efectivos de la Guardia Civil y recuperado en el barrio de Villaverde por agentes de Policía Nacional.

Los agentes encargados de la investigación también recogieron en el atio de operaciones la pistola del agresor, que resultó ser simulada.