Este proyecto está promovido por la Consejería de Medio Ambiente y organizado por la Fundación para la Investigación y el Desarrollo Ambiental (FIDA) y la Obra Social de Caja Madrid.

Según Calvo, con "Agenda 21 Escolar" se pretende "hacer posible que ese patrimonio cultural que atesoran nuestros mayores, aquellos que conocen muy bien en qué consiste vivir cerca de la naturaleza, se mantenga vivo, porque sabemos quees la mejor enseñanza de educación ambiental que pueden recibir nuestros escolares".

"Son nuestros abuelos los que saben cómo hay que hacer para que los árboles vivan muchos años y a la vez rindan sombra y leña, y generen agua y retengan la tierra firme junto a la ribera", prosiguió. "Son nuestros mayores los que pueden decirnos en qué acertaron y también en qué fallaron para que las siguientes generaciones sepamos sacar enseñanza de ello".

Esta experiencia piloto se desarrolla a lo largo de estecurso en diez municipios de la Sierra Oeste: Cadalso de los Vidrios, Cenicientos, Chapinería, Fresnedillas de la Oliva, Navas del Rey, Robledo de Chavela, Villa del Prado, Villamanta y San Martín de Valdeiglesias, donde hoy se reunieron los escolares participantes en el proyecto y el denominado Consejo de Mayores para realizar una primera evaluación del trabajo de estos meses.

Los estudiantes realizarán actividades en el aula y visitarán instalaciones, donde podrán conocer más de cerca los problemas abientales de su municipio, como la escasez de agua, los residuos, los transportes, el urbanismo, la obtención de energía, la industria y las actividades agrícolas y ganaderas.

El objetivo es que realicen un diagnóstico que les lleve, mediante un proceso participativo, a proponer un Plan de Acción. Para ello, contarán con la ayuda de un monitor profesional en educación ambiental, un tutor del centro, material específico y, sobre todo, el asesoramiento del Consejo de Mayores, formado por personas de la ercera edad del propio municipio.

"Agenda 21" es un documento aprobado en la Cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro (Brasil) en 1992, en el que se plasma el compromiso por parte de las naciones del mundo de alcanzar un modelo de desarrollo sostenible, que responda tanto al desarrollo económico de los pueblos como a la equidad social de los mismos y a la protección de su naturaleza.