La operación se cerró el viernes con la detención de diez personas y la incautación de una pistola, hachas, machetes y otras armas blancas.

La policía localizó hace unos meses una red que trasladaba a países de Europa ocidental a inmigrantes procedentes de China. Una vez en Euopa, les facilitaban pasaportes falsos, la mayoría robados a ciudadanos japoneses por su similitud física, y eran conducidos a Estados Unidos o México, si bien algunos se quedaban en el continente europeo.

Los trabajadores chinos se comprometían a abonar a la organización por su traslado cantidades millonarias -en torno a 60.000 dólares-, que debían pagar trabajando en talleres de confección o restaurantes.

Los detenidos, que ya han pasado a disposición judicial, están acusados de falsificación d documentos, delitos contra los derechos de los trabajadores, tráfico de drogas, tenencia de armas y extorsiones.