Los detenidos son Roberto S.F., de 25 años, con ocho antecedentes por tráfico de drogas y robo on violencia e intimidación; Juan Jorge M.V., de 20 años y con seis detenciones por agresión a agentes de la autoridad y robos con violencia e intimidación; Vicente R.M., de 20, con otros seis antecedentes por tráfico de drogas y reclamación.

También han sido detenidos Jorge D.B., de 26 años, con una detención por atraco; Mari Carmen F.B., de 23 años, arrestada en dos ocasiones por tráfico de drogas y robo con fuerza, y Fernando V.S., de 21 años y sin antecedentes policiales. Tras la detención se les ntervinieron una navaja automática y un anillo de pugilato.

Los hechos ocurrieron sobre las 7,30 horas del sábado, cuando un agente del Cuerpo Nacional de Policía tomaba el Metro para ir a trabajar. Al dirigirse a la taquilla, observó cómo unos individuos alborotaban y molestaban a los pasajeros.

Los gamberros se dirigieron a él y le pidieron tabaco, pero al contestarles que no fumaba comenzaron a agredirle. El agente se identificó y mostró su placa, pero esto no hizo más que incrementar la violecia de los agresores, que intentaron clavarle una navaja.

El agente, ante el número de agresores y su actitud, corrió a refugiarse en la taquilla blindada y avisó al 091. A la llegada de una patrulla, los agresores ya se habían marchado y el funcionario acompañó a sus compañeros por los alrededores para intentar encontrarles.

Poco después, los jóvenes fueron localizados en un parque cercano y cuando los policías se dirigieron a identificarles, uno arremetió contra el agente al que habían agredidoen el Metro, al tiempo que gritaba que le iba a matar.

Los funcionarios tuvieron que pedir refuerzos para repeler la violenta agresión de los jóvenes. Durante los ataques, una componente del grupo arrojó piedras de gran tamaño contra uno de los vehículos policiales, al que rompió los cristales y causó daños en la carrocería.

El agente lesionado fue asistido en la clínica Moncloa, donde le apreciaron contusiones diversas en el brazo, rodilla, ojos y cervicales, e incluso tuvieron que colocarle un ollarín. Otros dos agentes resultaron heridos con lesiones de carácter leve durante la detención de los agresores.