Los detenidos utilizaban en sus golpes dos vehículos, que han sido incautados. Uno de ellos era un taxi, cuya licencia había sido vendida meses antes por uno de los atracadores, que se dedicaba a su explotación antes de cambiar de oficio. El otro vehículo incautado es un Ford Escort.

En una rueda de prensa celebrada en la comisaría de Chamberí, los agentes que realizaron la detención sealaron que los atracadores canjeaban por droga las joyas robadas, de las que han sido recuperadas unas 600 piezas.

Uno de los detenidos, Juan Carlos R.C., explicó a la policía que necesitaba 250.000 pesetas diarias para comprar droga. Al parecer, el joven toxicómano fumaba diariamente cerca de 80 gramos de cocaína y se inyectaba en vena cinco gramos de heroína.

Con estas detenciones ha quedado esclarecida la autoría de otros dos atracos a joyerías, uno de ellos perpetrado en la joyería Marioli, stuada en la calle Antonio López de Madrid, y otro, cometido el mismo día de la detención, en la joyería Barrera, en la calle General Ricardos.

El botín hallado en poder de los asaltantes está compuesto por más de 600 piezas de joyería, de oro y plata, alrededor de un 80 por ciento de lo robado, por un valor aproximado de diez millones de pesetas. También se les incautaron dos revólveres, con 47 cartuchos, dos pasamontañas y otros objetos procedentes de pequeños hurtos.