Los arrestados le exigían el pago de 200.000 pesetas para entregarle una furgoneta que le habían sustraído previamente. Si la víctima se negaba a pagar esa cantidad de dinero, los delincuentes amenazaban con destruir el vehículo y tomar represalias contra su mujer e hijos.

Aunque anteriormente había sufrido otra extorsión por parte de unos compatriotasque le fracturaron un dedo con unos alicates por negarse a pagar las 60.000 pesetas que exigían, el ciudadano ruso, cuando confirmó la desaparición de su vehículo, acudió a la comisaría de su distrito para denunciar el caso.

Una vez que la policía conoció los hechos, el ciudadano ruso se citó con los extorsionadores el pasado martes en el metro de Carabanchel para "entregarles" el dinero que le demandaban. Fue allí donde la policía detuvo a los dos chantajistas.

Tanto Yuri como Aleksandre, presunos extorsionadores, se han negado a declarar en comisaría. El primero llevaba un pasaporte donde consta que nació en Kiev. El segundo carece de cualquier tipo de identificación. Ambos han pasado a disposición judicial y se les ha abierto un expediente de expulsión del territorio nacional.