Los delincuentes, que fueron detenidos "in fraganti" con más de 1.600 euros en monedas, habían conseguido forzar, al menos, 32 cabinas telefónicas. Ocho de los detenidos tenían numerosos antecedentes policiales y alguno de ellos estaba además reclamado por las autoridades judiciales.

Los detenidos, que han pasado ya a disposición judicial, ofrecieron una gran resistencia y se enfrentaron a los agentes, uno de os cuales sufrió la rotura de un dedo de la mano durante el forcejeo.