Según informó hoy la Jefatura Superior de Policía de Madrid, a principios de esta semana los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una obra de albañilería en locales del Campus Universitario de la Universidad Autónoma que operaba sin los requisitos legalmente exigidos.

En compañía de un funcionario del Ministerio e Trabajo, realizaron una inspección 'in situ'. Encontraron a un grupo de trabajadores rumanos, sin permisos de trabajo ni residencia. Se intentó localizar a algún responsable de la obra, pero ninguno se encontraba en las instalaciones.

El Inspector de Trabajo levantó acta de las irregularidades existentes y los agentes trasladaron a los inmigrantes a dependencias policiales. Tras ser oídos en declaración, fueron puestos en libertad.

Tras las gestiones oportunas, se localizó al propietario y admiistrador único de la empresa que tenía adjudicada la contrata de la obra. Se trataba de Angel R.F. Por otra parte, y según consta en diligencias, la empresa resultó ser "fantasma", creada por Angel con el único objetivo de dar apariencia, ofrecer solvencia y, en definitiva, conseguir adjudicaciones de obra.

Angel, en sus declaraciones ante la policía, alegó que tras recibir la subcontrata de la obra, él a su vez la subcontrató a un grupo de trabajadores. Sin embargo, esta operación se habría realizadode manera totalmente irregular, sin documentación por escrito y sin cumplir las mínimas garantías exigidas para los trabajadores en la normativa laboral (altas en la seguridad social, etc...).

Por otra parte, y según declararon los propios trabajadores, ni siquiera se les abonaban los salarios acordados: 6.000 pesetas diarias. Habían recibido únicamente 30.000 pesetas al mes. Tramitadas las diligencias policiales, Angel R. ha pasado a disposición judicial.