El detenido, Azziz R., de 23 años, que parece que secuestró y mató al joven madrileño para robarle, podría estar implicado también en la desaparición de su presunto compinche, Mohamed G..

Los hechos se remontan al 12 de abril de 1993, cuando el padre de Miguel Angel Martín Jiménez denunció su desaparición y la del coche del joven, un Volkswagen Golf. La familia se había trasladado a pasar la Semana Santa ala localidad de Navalonguilla (Avila), mientras que Miguel Angel se había quedado en Madrid. Dos días antes de la denuncia el joven mantuvo el último contacto telefónico con la familia.

El 13 de abril la Guardia Civil localizó el Volkswagen a la altura del kilómetro 19 de la N-I, con matrículas procedentes de otro vehículo. El automóvil tenía el capó y las puertas abiertas. No había señales de manipulación en el arranque ni en las cerraduras, pero presentaba abundantes manchas de sangre en el asiento el conductor, el volante y la puerta. En la parte trasera había una chaqueta con un corte horizontal a la altura del hemitórax derecho.

Además, se hallaron 18.000 pesetas y la tarjeta de crédito de Miguel Angel con un resguardo de cajero. Posteriormente, los análisis de los restos de sangre determinaron que no eran del joven desaparecido y se comprobó que en la cuenta de Miguel Angel se habían registrado movimientos durante el fin de semana. Asimismo, se localizó el vehículo cuyas placas llevaba el cohe del desaparecido. Sin embargo no había rastro del joven.

El 18 de julio de 1994 apareció su cuerpo en un pozo de la red de alcantarillado a una profundidad de 2,80 metros, en la urbanización Arroyo de la Vega (Alcobendas), cuando unos operarios se encontraban realizando las obras de la actual N-I debajo de un puente. El cadáver estaba envuelto en plásticos y en estado de momificación. No llevaba documentación pero sus ropas eran las mismas que vestía Miguel Angel el día de su desaparición. Más tard se confirmó que se trataba del joven buscado.

En ese momento de la investigación, los agentes de la Policía ya tenían la identidad de los presuntos autores, los marroquíes Mohamed G. y Azziz R., contra los que se dictó una orden de detención difundida por la Interpol. Las informaciones apuntaban a que se encontraban en su país de origen, Marruecos. Los investigadores se trasladaron allí y no les encontraron, pero llegaron a la conclusión de que Mohamed G. había sido asesinado y su cuerpo hecho desapaecer.

Finalmente, el pasado 21 de octubre la Interpol comunicó que que Azziz R. había sido detenido tres días antes en Holanda. El presunto asesino fue extraditado y llegó a España el martes pasado. El juez de Alcobendas le tomó declaración e ingresó en prisión. Asimismo, decretó el secreto sumarial.