Angel Feliciano se anunciaba como abogado-periodista y su mujer como doctora en Medicina General Ginecológica. La pareja se ocupaba fundamentalmente deexenciones de visado, captando a los clientes por medio de tarjetas de presentación y, con falsas informaciones, los persuadían de que en menos de dos meses serían titulares de permisos de trabajo y residencia.

El matrimonio cobraba a los inmigrantes -en su mayoría en situación ilegal- por la tramitación de cada expediente entre 15.000 y 30.000 pesetas y hacían la solicitud en base a enfermedades ficticias.

De las investigaciones parece deducirse que esta pareja lleva más de un año ejerciendo est actividad iliícita. Hasta el momento, son 7 los ciudadanos extranjeros que han presentado la denuncia aunque no se descarta que la cifra aumente en los próximos días.