Ambas mujeres, que ya han pasado a disposición judicial, entraron a la joyería a través de un agujero hecho en la pared del cuarto de baño de la óptica colindante.

Casualmente, mientras las butroneras realizaban su trabajo en la joyería pasó por la zona una patrulla de la Policía Muniipal, que observó movimientos sospechosos, dado que la mayoría de las tiendas madrileñas están cerradas por fiesta, por lo que los agentes decidieron entrar. En el interior del establecimiento sorprendieron "in fraganti" a ambas mujeres, que estaban robando las joyas.