En el registro de su vivienda, los agentes se incautaron de una pistola "Llama", calibre 38; un revólver "Jaguar 80", calibre 380 y gran cantidad de munición.

Durante el pasado mes de mayo hubo un par de atracos en sendos bancos dela localidad madrileña de Getafe, que hicieron a los investigadores centrarse en un individuo que cumplía condena en un centro penitenciario, y que no se había reintegrado después de un permiso.

Sus características físicas coincidían con las aportadas por víctimas y testigos. Además, los funcionarios averiguaron que vivía con una mujer, presuntamente su cómplice en los hechos delictivos. Los sospechosos llevaban un elevado nivel de vida y carecían de fuente de ingresos conocida.

El "modus operand" de la pareja seguía las mismas pautas en todos los delitos que se les imputan. A primera hora de la mañana, siempre en lunes, acudían a la entidad a cambiar dinero, pedir información o cualquier otro pretexto. De esta manera conocían la distribución de la oficina y el personal que allí trabajaba.

Dos horas más tarde regresaban y cometían el atraco. Para incrementar el temor de sus víctimas decían ser miembros de los GRAPO, con muertos a sus espaldas. En una de las sucursales encerraron a veinte emplados y clientes durante 20 minutos hasta la apertura de la caja.

Ricardo L.R. tiene nueve antecedentes por delitos contra el patrimonio, tenencia de armas y atentado a agente de la autoridad. Araceli M.F., por su parte, tiene cuatro por hechos similares.