La operación policial se ha saldado con la detención de 18 personas y la recuperación de 435 teléfonos móviles y otros objetos procedentes de robos, valordos en unos 234.000 euros, así como varias armas simuladas, según informó la Dirección General de la Guardia Civil.

Las investigaciones se iniciaron a raíz del hallazgo del cadáver de una persona de 27 años, el 21 de diciembre del año pasado, en las proximidades de Paracuellos del Jarama. La víctima presentaba varias heridas de arma de fuego.

En un primer momento se pudo averiguar que la víctima había mantenido una estrecha relación con dos jóvenes de Leganés y Fuenlabrada, quienes a su vez manteían frecuentes contactos con dos bandas de delincuencia organizada.

Una de estas bandas se dedicaba a cometer delitos contra la propiedad en la zona sur de Madrid y fue la autora de un robo cometido en la madrugada del 20 de diciembre en una empresa de telefonía móvil de Leganés, apoderándose de más de mil teléfonos móviles valorados en más de 480.000 euros.

Al no contar con infraestructura suficiente para el almacenaje y distribución de esta importante cantidad de teléfonos sustraídos, los autors del robo contactaron con un perista que pudiese dar salida a estos productos.

Esta persona solicitó la ayuda de dos amigos para almacenar la mercancía, uno de los cuales ejercía idénticas labores para otro grupo delictivo de la zona. No obstante, entre ellos convinieron apropiarse de toda la mercancía robada.

SECUESTRO Y ASESINATO

Inmediatamente después, acudieron al lugar donde se encontraba la furgoneta con la mercancía robada y secuestraron a la persona cuyo cadáver apareció posteriormenteen Paracuellos del Jarama.

Tras las investigaciones policiales se ha podido confirmar que uno de los integrantes de la segunda banda se encargó de contactar con varios establecimientos legales de telefonía móvil en Madrid y Bilbao, para intentar colocar la mercancía robada.

Una vez localizados estos establecimientos, se practicaron diversos registros en Madrid, San Sebastián de los Reyes (Madrid) y Zorroza (Vizcaya), en los que se han recuperado numerosos teléfonos móviles y documentación que refejaba la ilícita adquisición por parte de estos comercios.

Con motivo de estos registros fueron detenidas cuatro personas, responsables de los citados locales y presuntos autores de sendos delitos de receptación, ya que vendían los teléfonos con facturas ilegales a clientes extranjeros, sobre todo procedentes de Inglaterra y Alemania.

Los integrantes de la banda vendían los teléfonos a estos comercios por un precio de unos 300 euros cada uno, cuando en realidad su precio en el mercado es de unos 00 euros.

Además de los establecimientos comerciales, en el transcurso de la operación se han practicado 9 registros domiciliarios en Madrid y en las localidades de Fuenlabrada (Madrid), Ugena y Hormigos (Toledo).