Según informó hoy la Policía, la organización sometía a la mujeres a agresiones sexuales por parte de sus dirigentes antes de obligarlas a ejercer la prostitución.

La red captaba a las mujeres en Rumanía con la promesa de trabajo. La organización se encargaba de traerlas a España siguiendo la uta Hungría, Austria, Italia hasta nuestro país. Esta misión era desempeñada por los llamados "pasadores", encargados no sólo del cruce de fronteras, sino de facilitar a las inmigrantes la documentación falsa.

Una vez en España, otros miembros del grupo delictivo recogían a las mujeres y las repartían en los distintos pisos que la red poseía en Madrid.

Según los testimonios de alguna de las denunciantes, en un primer momento era retenidas y sometidas a todo tipo de vejaciones.

La organizació no les dejaba ni un momento solas para evitar su fuga. Incluso cuando ejercían la prostitución en zonas de la capital, eran vigiladas por los miembros de la red desde un coche particular.