Según informó hoy la Jefatura Superior d Policía de Madrid, tres personas figuran implicadas en el homicidio del marroquí: Jairo Rolando P.J, de 31 años, presunto autor material de los disparos; su compañera, Caridad F.F., de 17 años; y el padre de ésta, Benigno F.A., de 44, acusados de complicidad y encubrimiento.

Los dos hombres detenidos se encuentran ya recluidos en prisión, mientras que la mujer permanece en libertad provisional, indicaron las citadas fuentes.

Los hechos ocurrieron en la medianoche del pasado 13 de agosto. Mohamedel Ghazi falleció de dos disparos de escopeta; uno le alcanzó en el pecho y otro en la espalda. La víctima había acudido al poblado de Torregrosa a comprar droga con su novia.

Cuando se dirigía a por la droga, se cruzó con un hombre armado con una escopeta, que amenazó a los que allí se encontraban. Según los testigos, Mohamed le arrojó unas piedras y como respuesta el desconocido le disparó dos tiros.

Los investigadores que se hicieron cargo del caso recogieron en el lugar del crimen dos vainas el calibre 12, semimetálicas y percutadas. A pocos metros del lugar, encontraron un coche en cuyo interior había una funda de escopeta y otra vaina similar a las dos anteriores. Los análisis de balística determinaron que los tres cartuchos habían sido disparados con el mismo arma.

El vehículo encontrado figuraba a nombre de una sociedad limitada, pero el conductor habitual era un conocido delincuente y traficante de drogas, identificado como Benigno F.A. Precisamente una hija de éste había denunciado l día siguiente del crímen la sustracción de una escopeta repetidora del calibre 12.

Los agentes descubrieron que la chica vivía con un hombre originario de Santo Domingo, Jairo Rolando P.J., protagonista dos días antes del crímen de dos incidentes. En uno, amenazó a varias personas que estaban en su casa con dispararles con una escopeta, mientras que el otro episodio motivó su detención, por amenazar a jueces y policías e intentar sustraer el arma de uno de los agentes.

El dominicano también haba disparado indiscriminadamente meses antes contra jóvenes drogadictos en un descampado y bajo un puente de la M-40.