Peña señaló que son frecuentes las incursiones de personas en el camposanto por la noche, aunque en los 6 años que él etá al frente de la iglesia sólo en 3 ocasiones han roto lápidas u ornamentos o profanado sepulturas.

La Guardia Civil que vigila la cárcel de Carabanchel avisó a la Policía Municipal de que varias personas habían entrado en el cementerio, informó a esta agencia un portavoz de este último Cuerpo.

La Policía Municipal envió dos dotaciones, pero cuando llegaron ya habían desaparecido los asaltantes. El lugar presentaba un estado de deterioro tal que los agentes pensaron que los daños habían sido imprtantes, pero una nueva inspección a la luz del día reveló que los supuestos destrozos ya existían con anterioridad y que esta pasada noche sólo había sucedido una incursión más, pero sin más consecuencias.

"COMO TANTAS NOCHES"

"Por lo visto han entrado como tantas noches, pero no ha habido ningún destrozo", afirmó el sacerdote. "En otras ocasiones, un par de ellas o tres en los últimos años, sí ha habido algún destrozo, romper algún cristal de una cruz".

Peña comentó que antes había una parte e la tapia derruída, pero desde que se reparó los asaltantes entran por otra parte más accesible. En cuanto a la naturaleza de quienes entran a altas horas de la noche o madrugada, Hilario Peña dijo que algunos son toxicómanos, que entran a coger agua de las fuentes del cementerio, y otros, al parecer jóvenes, se meten por motivos que desconoce.

El cementerio de Carabanchel Bajo corresponde a la antigua iglesia de La Magdalena, "la más antigua de Madrid", según Peña, ya que a ella acudía a rezar San Iidro, cuya festividad se celebra hoy.

La iglesia, que data del siglo XII, según el párroco, se llamó también de la Virgen de la Antigua y por eso la capilla del cementerio, que es lo único que queda del antiguo templo, da nombre al camposanto como de La Antigua.