Los delincuentes operaban en Madrid, Zaragoza y Vitoria, y llegaron a desplazarse a Marruecos para captar 'clientes'. Incluso llegaron a producirse disturbios en consulados españoles en el país norteafricano cuando los perjudicados iban a obtener el visado y no se les entregaba por presentar papeles ilegales.

La policía estima que la banda estafó a unas 300 personas un total de 30 millones. Cinco de los presuntos delincuentes fueron arrestados en Madid y seis en Zaragoza. Otro presunto miembro, Madou M., no ha podido ser detenido por encontrarse en Senegal.

Los estafadores cobraban 160.000 pesetas por los permisos falsos de trabajo y residencia, y 60.000 pesetas por confeccionar contratos de trabajo con empresas "fantasma", constituídas al efecto, que luego no servían para legalizar su situación.

En Zaragoza regentaban un club de alterne, "La Cabra Loca", donde prostituían a mujeres, principalmente marroquíes, que eran engañadas en su país cn supuestos contratos de camareras.