MADRID. LA DELEGADA DEL GOBIERNO PARTIDARIA DE ENDURECER LA REGLAMENTACION SOBRE ARMAS SIMULADAS
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La delegada del Gobierno en Madrid, Pilar Lledó, se ha mostrado partidaria de endurecer la reglamentación actual sobre la utilización de armas simuladas, porque pueden atentar contra la integridad física de las personas.
Lledó hizo estas declaraciones en una rueda de prensa convocada hoy en la Delegación del Gobierno, a raiz de la alarma social provocada por el sueso ocurrido hace unos días en la localidad madrileña de Rivas Vaciamadrid, en la que un niño de 13 años salió a la calle portando un arma de estas características.
La máxima responsable del Gobierno en Madrid hizo un llamamiento a la responsabilidad de los padres y dijo que, aunque no se puede sancionar la tenencia de estas armas, está dispuesta a aplicar con dureza las sanciones a las personas que permitan a sus hijos salir a la calle con este tipo de revólveres o pistolas.
Las multas por la teencia de armas simuladas sin autorización pueden ser de hasta 50.000 pesetas. Usar un arma de este tipo fuera de lugares permitidos está sancionado con multas de entre 50.000 y 100.000 pesetas y las multas por portarlas de armas están entre 50.000 y 75.000 pesetas.
"Más que cambiar la reglamentación, lo que debería variar es la educación que los padres dan a sus hijos en este sentido. Cuando se ha llevado a cabo alguna detención de jóvenes miembros de organizaciones ultras o skin-heads, y se ha encontado en sus domicilios armas simuladas, bates de beisbol u otros utensilios similares, sus padres alegan que desconocían que este hecho es ilegal", indicó la delegada del Gobierno.
Según las mismas fuentes, en la actualidad la ley sólo prohibe el uso de armas de aire comprimido, detonadoras o de balines de PVC fuera de un lugar habilitado para ello, como puede ser un campo de tiro deportivo. Sin embargo, permite su venta libre a mayores de 14 años si son detonadoras o de balines y a personas de cualquir edad si son de un sólo tiro.
Para su tenencia y uso en espacios autorizados, sólo es necesaria una tarjeta de armas que expide el alcalde del municipio donde resida el propietario y los establecimientos expendedores sólo tienen que ponerlo en conocimiento del departamento de intervención de armas de la Guardia Civil, cada vez que vendan un arma de este tipo, que pueden costar entre 3.000 y 30.000 pesetas.
La delegada del Gobierno señaló que la tendencia actual a la hora de conceder permisos de rmas de fuego cortas y de armas de caza y deportivas es de restringir al máximo los permisos. De hecho, indicaron que en el último año se han reducido las licencias de armas en un cuarenta por ciento.
(SERVIMEDIA)
15 Mar 1996
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