En declaraciones a Servimedia, la portavoz de estas entidades, Beatriz Menchén, denunció que en la última semana se han dado dos nuevos casos de galgos ahorcados en la Comunidad de Madrid, on un total de nueve animales muertos al ser colgados.

Menchén subrayó que el más trágico tuvo lugar en la carretera de Getafe a Perales del Río, donde han aparecido cinco galgos machos muertos en el arcén.

A pesar de que el Seprona de Getafe declaró que este suceso se debía a un atropello masivo causado por un vehículo de grandes dimensiones, la portavoz de los protectores de animales aseguró que se debió a un ahorcamiento colectivo y que se simuló su atropello.

Menchén explicó que un miembo de La Voz Animal se acercó este martes a retirar los cadáveres, pero comprobó que los animales habían fallecido al menos cuatro días antes.

Esta asociación pidió a un equipo veterinario que realizara una necropsia a uno de los galgos, cuyo resultado determinó que fue ahorcado y que tenía un traumatismo torácico y craneal.

El otro caso ha ocurrido en la localidad de Lominchar, donde se han encontrado cuatro galgos ahorcados, aunque en distinto grado de descomposición.

Para evitar que ocurra casos como estos, Menchén, que precisó que "la totalidad de los galgos ahorcados no tienen chip", solicitó la puesta en marcha de una ley nacional de protección animal que prevea la obligatoriedad de la identificación de todos los animales domésticos.

Igualmente, pidió que se extremen medidas para controlar el origen de los galgos. "Sabemos que hay bandas organizadas que se dedican a la venta ilegal de perros de caza, e incluso se producen robos en las perreras y entre los propios galgueros", matizó. Indicó que las Administraciones Públicas deberían tomar medidas para evitar la "cría indiscriminada" de los perros de caza y que los cazadores soliciten permisos concretos para criar animales y para que demuestren su procedencia.

Con este permiso, según Menchén, se evitaría "el tráfico de perros de caza, el deshecho de los animales no seleccionados para esta actividad y el masivo número de ejemplares abandonados. De lo contrario, cerrada la veda en enero, volveremos a contemplar galgos ahorcados n los bosques de España".